Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2008

La paz profunda que sobrepasa todo entendimiento

Hay falacias que se arraigan. Una de ellas es considerar a Cristo como algo antiguo y que no tiene nada que ver con el día a día. Incluso muchas veces lo vemos distante y completamente independiente de nuestras vidas. Es como si existiera un divorcio mental entre Cristo y nuestra realidad. Lo anterior es una lástima. Tengo que decirlo: Cristo es el hecho de mayor vigencia y con una influencia de tal magnitud, que aquel que lo conoce, así sea de reojo, comienza a percibir su influencia en cada aspecto de la vida. No es que la gente tenga tanta desesperación que se aferra a lo primero que se le atraviesa: es que las maravillas que Él hace en nuestras vidas lo ubican en un presente constante. Yo no creo que Cristo sea una promesa de esas que anuncian paraísos futuros… eso es de humanos y de política populista. Cristo es una realidad presente, una fuerza extraordinaria que impulsa, que emociona y que nos sumerge en aquella famosa paz que sobrepasa todo entendimiento. Inevitablemente aquell

Cristo es actual

Muchos escuchamos testimonios sobre las bendiciones e incluso sobre los milagros que Jesús obra en la vida de algunos. Y ahí surge la pregunta:¿Por qué a ellos sí y a nosotros no? Todo parte de una mezcla de desconocimiento y de ingratitud. Desconocimiento porque no vemos las bendiciones que recibimos cada mañana, desde el momento en que abrimos los ojos al despertar. El hecho de estar vivos es una bendición enorme, y de una complejidad tal, que muchas veces la pasamos por alto. Mira el milagro de tu despertar: ¿Cuántos órganos han permanecido en perfecto funcionamiento para que tengamos el regalo de un nuevo día? Recuerdo a alguien que compró un vehículo en un concesionario... estaba feliz con su carro nuevo, pues tenía lo último en tecnología y una garantía tan amplia que se mostraba lo seguros que estaban los vendedores del producto. Pero esa misma noche, mientras el feliz conductor salía de una cena, el carro falló. ¿Pero si es un carro nuevo? ¿Lo compré hoy? Me decía extrañado y m